Con la intención de mostrar el patrimonio cultural, social y arquitectónico de la localidad de Usme de una manera creativa y apta para todo público, el Colectivo Memoria Urbana creó el álbum de láminas coleccionables: Pégate a Usme. Un librillo de 25 páginas que invita a explorar, reconocer, apropiar y divulgar la historia de la zona quinta.
Un hilo de sucesos conformado a partir de aportes comunitarios desde el barrio Danubio azul hasta los límites con el Páramo de Sumapaz, o sea del norte al sur del territorio, cuya área es de aproximadamente 123 kilómetros cuadrados.
Aportes que pusieron en diálogo con los hallazgos y reflexiones generados en el proceso de inventario del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural –IDPC– del cual el colectivo hizo parte entre 2021 y 2022 y en el que nació la idea de que Pégate a Usme fuera un álbum de láminas como el de chocolatinas jet.
Y es que “cuando nos traían el refrigerio y nos peleábamos por las láminas de las chocolatinas, se nos ocurrió crear Pégate a Usme”, recuerda el profesor del IED Miguel de Cervantes Saavedra, José Alfredo Díaz Valbuena.
Quien hizo parte del proyecto del inventario del IDPC, y que terminó uniéndose al Colectivo Memoria Urbana gracias a los intereses por promover la historia de Usme.
Según él, “con el cuento de que son pegatinas, hicimos el juego de Pégate a Usme”, además de “querer estar con nuestra localidad más pegado y tener un sentido de pertenencia más profundo”, añade.
El álbum “nos permite generar sentidos de pertenencia e identificarnos”, teniendo en cuenta que “a veces habitamos los lugares y estamos ahí, pero no entendemos por qué o cómo llegaron nuestros padres”, concluye el profesor.
Una idea con la que concuerda Jonathan Sánchez, coordinador y uno de los fundadores del Colectivo Memoria Urbana, quien dice que lo que busca el álbum es “que las prácticas que a veces no son tan visibles por otros fenómenos lo sean”.
“A veces estamos muy pendientes de lo cotidiano y se nos olvidan las personas que han hecho mucho por las zonas donde vivimos y estamos presentes”.
Y lo dice con seguridad, ya que, de su tesis de grado y el trabajo de investigación con algunos de sus compañeros, fue que nació la iniciativa de crear el colectivo que trabajó en lo que hoy es Pégate a Usme.
Iniciativa que comenzó con tres personas, incluido él, y que a la fecha reúne a más de 10 miembros, de diversas profesiones y oficios.
En el álbum, que pueden reclamar estando muy pendientes de las redes sociales del colectivo, también se abarcan las luchas por el agua en el territorio, la expansión urbana, la importancia de los líderes comunales y los espacios de representación de memoria.
Así como los conflictos por los acueductos veredales, cuyas construcciones en las zonas rurales de Usme arrancaron por procesos de autogestión de movimientos campesinos hacía los años 30. Todo “de manera creativa y fácil de leer para todos”, uno de los principales objetivos del álbum, confiesa Jonathan.
También la historia del tren de oriente y cómo pretendía llegar a los llanos orientales, pero terminó siendo el transporte donde se cargaron los primeros materiales de construcción para la represa La Regadera.
Hasta dar un relevo generacional en pocas hojas y exponernos cómo en 1963 se fundó la primera junta de acción comunal de Usme en el barrio La Fiscala, su trabajo para acceder a los servicios públicos y posteriormente adelantar el proceso para abrir instituciones educativas y beneficiar a la comunidad.
Finalmente, el álbum, que tiene 25 páginas, también es una pieza de arte llena de ilustraciones de diferentes artistas, y una colección de 20 láminas para pegar, que a su vez dan cuenta de un inmenso trabajo de investigación.
Entre las láminas están algunos lugares icónicos de Usme, ilustraciones de lugares que existieron y algunas fotografías cuyo archivo solo reposa en la Biblioteca Luis Ángel Arango o en los álbumes familiares de las decenas de entrevistados que intervinieron en la creación de esta pieza llamada: Pégate a Usme.